Un día “se hizo” la luz, atravesó una de sus acuarelas y le pareció que quedaba la mar de bien. Poco después, una amiga le dijo que le regalaría la estructura de una lámpara si hacía algo con ella.
Marta supo oír las señales y, casi por intuición, cogió los papeles y las acuarelas y se puso a pintar e improvisar. Así nació LuzdePapel. Con el tiempo cambió el papel por material específico para pantallas, más duradero y con mejor acabado.
Tiene más ideas que manos. Por eso se decidió a crear su propia marca de lámparas artesanales fabricadas en España, para ser libre y explotar toda su creatividad a su manera. Duerme con un ojo abierto al lado de una libreta que deja al lado de la cama, para atrapar en ella todas las ideas de nuevos diseños, texturas y colores para las lámparas y creaciones que se le aparecen en sus sueños. Sí, le cuesta desconectar.
Es idealista y cree en el poder de los individuos, cada persona tiene una enorme capacidad de repercutir positivamente en su entorno. Por eso elige proveedores locales y materiales poco nocivos.
Su día a día empieza con un café, despacho de gestiones y después taller, donde el tiempo pasa más rápido de lo que le gustaría. Claro, es lo que tienen las cosas que nos gustan.