Este mes de junio se celebra, como cada año, el Día Mundial del Medioambiente. Y durante estos días, más que nunca, resuenan las tres erres principales de la sostenibilidad: reducir, reciclar, reutilizar. Lo cierto es que hacer un consumo responsable de la ropa (y de tantos otros bienes) está cada vez más presente en nuestros planes.
Por si quieres dar un paso más para tener un armario y unos hábitos sostenibles, pero te pierdes entre los conceptos, te contamos qué es el consumo responsable, cómo puede ayudarnos a cuidar el planeta y qué consejos puedes seguir para hacer un uso de la ropa más sostenible y consciente.
¿Qué es un consumo responsable y sostenible?
El consumo sostenible es, como su propio nombre indica, aquel que puede sostenerse en el tiempo a nivel social, económico y medioambiental. Es decir, aquel que garantiza el bienestar de todas las personas y no pone en juego los recursos que nos ofrece el planeta.
Muchas veces, el consumo sostenible se relaciona también con la economía social y solidaria y con el consumo consciente y crítico. Un consumo que desafía las tendencias del mercado y la cultura del despilfarro, y que nos hace sentir bien con nuestros actos y nuestras decisiones.
Cómo el consumo responsable nos ayuda a cuidar el medioambiente
Uno de los grandes beneficios del consumo responsable es que evita prácticas y hábitos que tienen un importante impacto medioambiental. En el mundo de la moda, este deterioro está representado por el fast fashion.
Se calcula que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. De acuerdo con datos de McKinsey, en 2018 emitió 2100 millones de toneladas gases de efecto invernadero, aquellos que tienen la capacidad de calentar la atmósfera y que están detrás del cambio climático.
Además, esta industria hace un uso insostenible de los recursos (fabricar una camiseta de algodón requiere el uso de 2700 litros de agua, la cantidad que consume una persona durante más de dos años y medio) y deja tras de sí un reguero de contaminación.
Cada segundo que pasa, se quema o se abandona en basureros un camión lleno de ropa. Es decir, en el tiempo que has tardado en leer esta frase, se han enterrado probablemente tres. Mientras piensas en lo que supone esta cifra, se habrán volcado otros tres más. Y es que, tal y como señalan desde la Fundación Ellen MacArthur, una de cada dos prendas de moda rápida comercializadas en todo el mundo se tira en menos de un año.
¿Cómo hacer un consumo responsable de la moda?
En abril de 2013, el edificio Plaza Rana de Savar, en Bangladés, se derrumbó acabando con la vida de 1134 personas que trabajaban cosiendo ropa para empresas occidentales. Lo hacían en condiciones precarias, sin seguridad y con salarios irrisorios. Cuando alertaron sobre la situación del edificio, apenas se les escuchó.
Una de las consecuencias de esta tragedia fue el nacimiento del movimiento Fashion Revolution, que pide un cambio real en el sector y promueve la defensa de la moda sostenible. Aquella que ha sido elaborada de forma ética y responsable con el medioambiente. Es decir, sin condiciones de trabajo esclavo, con métodos y materiales poco contaminantes y con un uso reducido de los recursos.
Pero en el mundo de la moda sostenible, no solo las marcas tienen la capacidad de cambiar las cosas. Los compradores también pueden equilibrar la balanza al abandonar la moda rápida y elegir prendas de calidad, duraderas y con un menor impacto medioambiental.
Te damos una serie de consejos para hacer un consumo responsable y consciente de la moda antes, durante y después de la compra.
Consejos antes de comprar:
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- Hacer una lista de aquellas prendas que necesitamos. La mejor manera de reducir el impacto medioambiental de la moda es evitar las compras compulsivas e innecesarias.
- Tras terminar la lista, es buena idea revisar el armario para ver si algo que ya tenemos puede servirnos.
- Planear la compra: apostar por tiendas y marcas que defiendan la moda ética y la producción sostenible.
- Dar una oportunidad a tiendas de segunda mano o, si la prenda se va a utilizar pocas veces, a iniciativas de alquiler. Otra opción interesante es participar en intercambios de ropa u organizarlos entre familiares y amigos.
Qué tener en cuenta durante la compra:
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- Revisar las etiquetas para conocer dónde han sido fabricadas las prendas: si son de comercio local (es decir, producidas en el mismo país donde se venden o en zonas cercanas), es probable que el impacto medioambiental sea más bajo que si proceden de la otra punta del mundo.
- No apoyar la esclavitud. Para hacer una compra sostenible socialmente, es fundamental evitar prendas elaboradas en países en los que no se respetan los derechos de los trabajadores. Los precios pueden dar una pista: si algo es demasiado barato, es probable que algún trabajador que ha participado en su creación, transporte o venta no haya recibido un salario digno por su trabajo.
- Dar prioridad a prendas de un solo material (por ejemplo, 100 % algodón), que resultan más fáciles de reciclar.
- Apostar por prendas de materiales reciclados, orgánicos y naturales. Si te pierdes en este tema, en este post te explicamos las diferencias entre algodón orgánico y algodón convencional.
- Dar prioridad a la calidad frente a los diseños, sobre todo si estos pueden pasar de moda muy rápido. Es buena idea elegir prendas que combinen con el resto de nuestro vestuario, para sacarles el máximo partido posible.
- Comprar solo si estamos seguros de la elección: la prenda más sostenible es aquella que gusta, sienta bien y va a usarse muchas veces.
Consumo consciente tras la compra:
- Cuidar las prendas para que duren lo máximo posible en buenas condiciones. Algunos buenos consejos son lavarlas solo cuando sea necesario (en ocasiones, es suficiente con airearlas o cepillarlas), usar productos de limpieza adecuados y secarlas al aire libre.
- Apostar por arreglarlas cuando se rompen. Un pequeño agujero o una costura abierta no tienen por qué significar el fin de la vida útil de una prenda.
- Aprender a transformarlas. Probar nuevas combinaciones, introducir pequeños cambios o transformarlas totalmente puede darles una segunda vida y abre camino a la moda circular.
- Regalarlas o donarlas. Cuando ya no las usemos, podemos hacérselas llegar a alguien que las pueda necesitar.
- Recordar que reciclar es siempre una opción. Existen contenedores específicos para ropa y textiles. En España, la nueva ley de residuos señala que estos contenedores serán obligatorios en todos los ayuntamientos de más de 5000 habitantes a finales de 2024.
[…] lo tanto, una parte fundamental del consumo responsable en la moda, es el lavado sostenible de la ropa. Y de eso vamos a hablar […]
[…] El consumo responsable de ropa se construye sobre dos pilares: comprar de forma consciente, apostando por prendas duraderas, y cuidar al máximo cada pieza de nuestro armario. Ambos factores son también esenciales para reducir la contaminación por microplásticos. Para ello, podemos tener en cuenta los siguientes consejos: […]